Hola amigas intercontinentales,

Está anocheciendo y escribiendo a media luz, te invito a que sigas y persigas tus sueños.

Con prudencia y alerta crepuscular. Con la frescura del amanecer.

Nunca dejes de perseguir tus metas. Las tuyas. No las de tu pareja, antecesores o descendientes. Las tuyas. Sin excusas, reconociendo que a veces «los hijos» u otros obstáculos mentales que te has autoimpuesto, son creados por ti. Por tu «miedo a lo desconocido» y la inseguridad natural que ello conlleva. ¡Pero si puedes! Créetelo. Cambia la versión de la «película». No te pospongas más. Ha llegado tu hora. Y lo vas a hacer muy bien. Nos haces mucha falta. Tu. La verdadera estrella. Porque si no eres tú, seguiremos retroalimentando un mundo de mentira que va a sesgar la dirección hacia nuestros sueños. ¡No te imaginas lo bien que te va a sentar ser tú!… Y que nosotras lo veamos…

Siente la automotivación para alcanzar el éxito. La constancia, perseverancia y tocar fondo antes de llegar a la cumbre, tus compañeros de camino.

Disfruta mientras reconectas contigo. Y si te apetece, ¡cuéntanoslo!

¡Buen camino peregrina!

Un abrazo crepuscular con zumo de naranja,

Luisa