Os he echado de menos y aunque no hemos estado comunicadas a través de estas líneas, siempre os pienso 🙂

¡Hay muchos temas que ya han ocupado una sección en esta página, pero que son recurrentes… y que sabios son los refranes!

«No pedir peras al olmo».

Intentar conocer bien a las personas, así como a nosotros mismos, para no exigir en el otro aquello que «nosotros hemos decidido que sean o hagan».

Si tu pareja no regala flores, y sigue sin regalártelas después de 15 años, no sigamos reclamando las flores. Apreciemos el guiño que nos hace cada mañana… esas son sus flores. Siempre y cuando sientas que hay un equilibrio…

«Ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio».

Pareciera que ocurre continuamente, si nos fijamos bien… Percibo la dureza con la que me habla mi jefe, pero no soy capaz de identificar en mí la dureza con la que trato a algún miembro de mi familia…

¿Qué sencillo y a la vez complejo es el ser humano, no te parece?

Hace unos días estaba en una reunión en la que se comentaba que «no se pueden ir diciendo las verdades por la vida». Creo entender lo que querían decir… no podemos dar nuestra opinión «alegremente» si lo que hemos de decir no es más bello que el silencio. Sin embargo, yo pienso que, si se ofrece nuestra opinión con respeto y empatía, habría menos conflicto y posibilidades de herir sentimientos… y empezaríamos a crear una sociedad más sana y menos hipócrita. Sobre todo, porque se tiene la tendencia a no decir las verdades a la persona implicada, pero sí es fácil hablar a sus espaldas… Yo voto por las verdades cara a cara. Y tú, ¿qué piensas?

Sé que este es un grupo de mujeres donde se magnifican los valores humanos: honestidad, sinceridad, humildad… Gracias por vuestra compañía y por ser una fuente de inspiración para hacer crecer la bondad en este mundo.

¡Sigamos adelante! Juntas! El universo necesita gente como tú.

 

Un abrazo largo, cálido y acunado con olor a ti:)