He pensado tantas veces en ti… he pensado en lo inteligente que eres, lo trabajadora, cariñosa y dedicada a tu familia. He pensado en lo eficiente y resolutiva que eres en el ámbito laboral. En la bondad de tu corazón y en tu belleza interna y externa. Te he pensado tanto, mujer…

Y muchas veces me enfado conmigo misma al no comprender porqué te quedaste tanto tiempo en esa relación dañina e hiriente. Por qué tu sabia mente no supo comprender que ese trato no era normal. Que no está bien que te exijan, te manipulen y te hagan sentir culpable todo el tiempo. Que descalifiquen tu buen hacer y solo haya palabras y gestos de reproche hacia tus extraordinarias y polifacéticas cualidades. He pensado en tus miedos e inseguridades. En las amenazas que te empequeñecían. En tus dudas. En tu toma de decisiones dispuesta a salir de ahí, que al rato se desvanecían fruto de las trampas mentales implícitas en esa crónica situación.
Te he pensado tanto, mujer. Queriendo decidir por ti. Sabiendo que no podía decidir por ti. Porque la vida de cada cual, es la vida de cada cual. Y esa última y valiente decisión llegaría cuando tuviera que llegar. Como siempre ocurre.

Si hubieras sabido que hay un universo de mujeres con las que puedes contar, ¿te hubieras atrevido a dar el paso antes?

Aquí estamos, hermana.

Dedicado a todas las mujeres y hombres que hayan experimentado una relación de abuso, de cualquier tipo.

Un abrazo decisivo,

Luisa

La intención de este blog es unir a todas las personas del universo que crean en la bondad. Hacer el bien, sienta bien.