En un mundo donde conviven múltiples religiones con el respeto universal, os deseo Feliz Navidad.

Que los mensajes cargados de buenos sentimientos implícitos a estas fechas, se expandan al año entero.

Que todas las noches sean noches de paz.

Que todas las noches sean noches de amor.

Que los peces beban en ríos de agua sin contaminar.

Que suene la campana sobre campana para traer nuevas y buenas noticias.

Que el bienestar reine en cada uno de nosotros y en nuestros hogares. Gente feliz, inspirando bondad. Sin «luchar contra», sino uniendo la honradez, integridad y humildad, para crear nuestra doctrina de belleza interior y avanzar en el tejido de nuestro manto de bondad, con tonos de serenidad.

 

Un perfume:

Condensar en un frasco la sensación después de conversar con una buena amiga.

 

Un sentimiento:

La expansión de nuestros corazones al oír reír a nuestros hijos.

El soñar despiertos rebozados de ilusiones que sí se pueden convertir en realidad.

El «comprender».

El privilegio de poder amar…

 

Un brindis:

Por todas las personas que colaboran cada día en crear un mundo de hermandad.

Y por la aportación incondicional de todas las mujeres en aclimatar el planeta.

Salud y prosperidad. Hoy y siempre.

 

Un abrazo con olor a ti,

Luisa